La última medida fue tomada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, la cual creó un código de conducta para sus miembros. Los responsables de los Premios Oscar despidieron a Harvey Weinsteiny, para evitar nuevos casos entre las personas que forman parte de la academia, decidieron prohibir comportamientos que supongan un abuso de poder, la falta de respeto y cualquier forma de acoso, agresión o discriminación.

Todavía no están claras las regulaciones que puedan condenar estos comportamientos ni cuando se aprobarán. Estas leyes pueden llegar a ser polémicas aunque, después de los escándalos, parece que será más que necesario contar un respaldo legal para combatir y prevenir los acosos y las agresiones sexuales.

Los cambios son lentos. Quizá los escándalos en Hollywood sean la puerta de entrada para una regulación que condene estos casos. Lo que está claro es que, en este 2017, las denuncias de hombres y mujeres han ayudado a que se reduzca y se empiece a ver el final sobre una de las respuestas respecto al acoso más comunes hasta ahora: el silencio.